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lunes, 11 de diciembre de 2023

Poema de Navidad 2023

Vuelven los tiempos y fiestas navideñas, y con ellos el poema que cada año dedico a mis amigos y conocidos. No quiero que sea un poema al uso, e intento ser crítico y hacer unas reflexiones en busca de un cada vez más utópico mundo mejor. Ojalá que así sea, o así me gustaría.

NAVIDAD 2023

Se acerca Navidad una vez más,
y la costumbre de hace muchos años
de escribir un poema a mis amigos
que, con excusa de las fiestas, cite
lo que no nos funciona en esta vida.

Soy muy repetitivo y otros años
traté de religiones poco santas,
de mendaces políticos al uso,
de falsos populismos, de lo mal
que reparte este mundo la riqueza,
de la desigualdad que crece siempre,
de absurdos consumismos navideños,
de los nacionalismos excluyentes,
de idiomas que no unen, que separan,
y de exámenes propios de conciencia,
ya que “por ver la paja en ojo ajeno
podemos olvidar la viga en propio”.

En este año me obligo a resaltar
a ese jinete del Apocalipsis,
el del caballo rojo, que es la guerra.
La guerra entre los hombres, esa peste
que nos ha acompañado desde siempre.
¿Cómo es posible que la humanidad
sea tan poco humana, que la guerra
aún siga siendo “La continuación
de la política por otros medios”.
Ningún fin justifica ruines medios,
y mucho menos si el supuesto fin
es la dominación de los demás.

No me valen excusas de que hay “malos”
que gobiernan y rigen holocaustos,
porque quien manda tiene de soporte
a “buenos ciudadanos” que se callan
que giran la mirada por no ver,
o peor por sacar un beneficio
de masacres de seres semejantes.
Así que, si aún pensáis en navidades,
en regalos y en buenas intenciones,
olvidad consumismos, frases hechas,
luchad contra las guerras, exigid
a vuestros gobernantes que se mojen
y que hagan funcionar “Instituciones”
nacidas para unir que no funcionan,
porque juntos los hombres y mujeres
cambiaremos el mundo si queremos.
Dices que soy utópico, lo sé,
pero también que la utopía es
la postrer esperanza que nos queda.

Ricardo Fernández Esteban (XII-2023) ©


Como habréis leído, estos versos no son un poema al uso sobre estas fiestas, y aunque piense que la Navidad ha perdido el espíritu de paz y de busca de mejora de la humanidad (si es que los tuvo alguna vez), reconozco que estos días permiten compartir buenos momentos y deseos con familia y amigos. Por eso, como cada año, os propongo este brindis:


Brindemos por nosotros, por la gente querida,
por familia y amigos, por los que ya no están,
por los desconocidos, por los que no vendrán
y porque la utopía haga mejor la vida.


Si queréis leer los poemas de las últimas catorce Navidades, aquí los tenéis. Podréis comprobar que me repito bastante, al menos soy persistente en mis ideas. No obstante, pasar de las palabras a los hechos siempre ha sido más difícil. ¡Intentémoslo!

lunes, 12 de diciembre de 2022

Poema de Navidad de 2022

Vuelven los tiempos navideños y con ellos el poema que cada año dedico a mis amigos y conocidos. Como siempre, no quiero que sea un poema al uso, e intento ser crítico y aprovechar estas fechas para hacer unas reflexiones en busca de un utópico mundo mejor. Ojalá que así sea, o así me gustaría.


POEMA DE NAVIDAD 2022

Un año más se acerca Navidad
y, en vez de hablar de fiestas y belenes,
me interesa tratar en el poema
lo que no me ha gustado de este año
y cuál es mi deseo para el próximo.
Ya sé que mis palabras pueden ser
como el agua que filtra por la arena
y sin saciar la sed ni dejar rastro,
pero si todos afilamos lápices
quizás la voz se multiplique y llegue
a conseguir cambiar un poco el mundo.

Primero los políticos: vergüenza
es lo más suave que decir de ellos;
unos gritan e insultan al contrario;
otros niegan lo que es más evidente,
y pactan por seguir en el poder,
sin importar ideas ni programas.
Y el resto de la tropa, unos borregos
que asienten por su sueldo o sus prebendas
olvidando el compromiso con la gente
que un día los votó por sus palabras
y ensalzan a ese líder que es mendaz.
Difícil lo tenemos, compañeros.

¡Qué decir del reparto de riqueza,
si hay un uno por ciento que posee
la mitad de los bienes de este mundo!
¿Quién se atrevió a llamar humanidad
a esta desigualdad?; y si eso existe
es porque algunos piensan que el sistema
permite acumular impunemente
mientras muchos malviven sin futuro.
Esto es un polvorín y candidatos
no faltarán para encender la mecha,
pues nada tienen que perder.

En cuanto a religiones, lo que pienso
es que en vez de en los dioses celestiales
debes creer en hombres terrenales,
cambiar “el más allá” por “el acá”,
y en el nombre de dios nunca imponer
barreras a la libertad humana.
Si la fe es para algunos el placebo
que por piedad o miedo les conduce
a obrar el bien, pues bienvenida sea;
pero si incita al odio al disidente
los condeno a su inferno sin perdón.

¿Y del nacionalismo exacerbado?
Reconozco que es algo que me afecta,
porque he nacido en zona de combate,
donde algunos se creen que son mejores,
que quienes no comulgan con fronteras
basadas en la lengua. Los idiomas
son siempre para unir, no separar.
Los pueblos no han de ser supremacistas,
y cuando digo esto apunto alto
y rechazo también los patriotismos
en que unir significa unificar.

Siguiendo con las lenguas, aunque pise
las zonas delicadas de un jardín
—lo políticamente no correcto—
debo decir, y digo, que el discurso
no debe repetir cada palabra
ajustando terminación a género,
pues puestos a cambiar seré “poeto”,
“lingüisto”, “atleto” y si es preciso, juro,
los votos tomaré para ser “curo”;
lo que importa es tratarnos con respeto
en una sociedad más democrática,
y decir soy “vocala” o soy “poeto”
constituye violencia de gramática.
Disculpad esta broma y estos ripios,
pero es que la “papanatez” me indigna.

Por fin, después de criticar bastante,
me toca que me aplique a mí lo dicho
y esto no quede en versos de un poema,
sino en declaración de mi intención,
de la que os pase cuentas en un año.
Quedo emplazado y en el blog me cito
a responderos con hechos, no palabras,
cuando sea de nuevo Navidad.

Ricardo Fernández Esteban (XII-2022) ©

Aunque como habréis leído este poema no es un poema al uso sobre fiestas y nacimientos divinos, y yo piense que la Navidad ha perdido su espíritu de paz y de busca de mejora de la humanidad (si es que los tuvo alguna vez), reconozco que estas días permiten compartir buenos momentos y deseos con familia y amigos. Por eso, como cada año, os propongo este brindis:



Brindemos por nosotros, por la gente querida,
por familia y amigos, por los que ya no están,
por los desconocidos, por los que no vendrán
y porque la utopía haga mejor la vida.



Si queréis leer los poemas de las últimas trece Navidades, aquí los tenéis. Podréis comprobar que me repito bastante, al menos soy persistente en mis ideas, pero pasar de las palabras a los hechos siempre ha sido más difícil. 

lunes, 13 de diciembre de 2021

Poema de Navidad 2021

Llegan los tiempos navideños y con ellos el poema que cada año dedico a mis amigos y conocidos. No es un poema al uso, sino que intenta ser crítico y aprovechar estas fechas para hacer unas reflexiones en busca de un utópico mundo mejor. Ojalá que así sea, o así me gustaría.



POEMA (EN VERSOS) DE NAVIDAD DE 2021

¿Versos de Navidad, si uno es incrédulo?
Pues por qué no, aunque ande mal de fe,
sigo creyendo aún en la esperanza,
y en cuanto a caridad, pues combativa.
Con estos mimbres voy a hacer un cesto,
siguiendo con la moda, reciclable,
que sea tanto cubo de basura
como ofrenda de Rey o Papa Noel.

Respecto a los políticos, al cubo:
con discursos vacíos, falsedades,
sus ansias de poder, su poca ética,
el pensar hacia dentro y no hacia afuera,
el prometernos mucho y cumplir poco…;
si seguimos votando es por defecto,
porque una dictadura aún es peor;
pero he de recordar que no confíen:
ni olvido ni perdón, para los más.
Hay alguna excepción, hay esperanza
en los pocos que van de buena fe
dentro de tanto alud de populismo,
aunque sin estructura ni recursos
poco se puede hacer, salvo intentarlo.

Y en cuanto a religión, pues muchas dudas;
siempre el monoteísmo es excluyente,
y más si va de ombligo de este mundo
y arroja a los demás al fuego eterno.
Aunque ya sea un tópico el decirlo,
en el nombre de Dios se mató más
que en el de Satanás o en el de un Rey;
y si nos referimos al escándalo
de multitud de curas pederastas
y de tanto prelado encubridor,
es de vergüenza ajena que no tienen.
Dentro de este alipori, de esta farsa,
he de reconocer que hay caridad,
y que "entre tanta ganga queda mena",
personas que se entregan por los otros,
que no precisan hábito ni anillo
y cuya religión solo es amor;
para ellos es el cielo en esta tierra,
y a los que pontifican los condeno
al cubo que ellos llaman purgatorio.

Y qué decir de los nacionalismos,
no son malos “per se”, pero en la práctica
muchos acaban en supremacistas.
Recelo de los pueblos excluyentes
y más de quienes hablan en su nombre
y levantan fronteras con la lengua;
el idioma es un medio de diálogo
y nunca debe ser una herramienta
de separar personas y culturas.
Ya lo dijo John Lennon: “Imagina
un mundo sin países, no es difícil”
Al cubo pues con quienes dicen “pueblo”
y piensan en ventajas para ellos.

Y quedamos nosotros, no creáis
que “vamos de rositas” sin pecado.
Al mirar a otro lado, al consentir,
somos reos de culpa, hay que luchar.
Ya lo dijo el filósofo, tenemos
-aquí que hay libertad- a los políticos
que merecemos o, lo que es peor,
a los, o las, que más se nos parecen.
Y en cuanto a religión, no es suficiente
decir que eres agnóstico o ateo,
o que las diferencias culturales
justifican las prácticas de quien
en el nombre de dios humilla al hombre,
y donde digo hombre digo humano,
sin distinción de género o deseo.
De los nacionalismos, en mi tierra,
sabemos demasiado, o sea que “al loro”
mira a tu alrededor y sé sincero:
es buena cosa amor por el terruño
y muy malo es el ser supremacista.
Ahora haz examen de conciencia
y juzga si mereces el regalo
o caer en el cubo de basura.

Advertimos estamos, Navidad,
puede ser una excusa, reflexiona
si estás actuando bien como persona,
en cuanto a fe, esperanza y caridad.
Nuestra tribu se llama humanidad
y no pienso en virtudes teologales,
sino en acciones mucho más reales
que conduzcan a mejorar la vida,
pues lo que haya después de la partida
no es tema de estos versos personales.

Ricardo Fernández Esteban (XII-2021) ©


Aunque piense que la Navidad ha perdido su espíritu de paz y de busca de mejora de la humanidad (si es que los tuvo alguna vez), he de reconocer que estas fiestas sirven para compartir buenos momentos y deseos con familia y amigos. Por eso, os propongo un brindis:

Brindemos por nosotros, por la gente querida,
por familia y amigos, por los que ya no están,
por los desconocidos, por los que no vendrán
y porque la utopía haga mejor la vida.


Feliz Navidad y que nuestro mejor regalo sea que el próximo año desaparezca esta pandemia que nos asola y que nos impide disfrutar plenamente de estas fiestas.

lunes, 14 de diciembre de 2020

Poema de Navidad, 2020

Llegan los tiempos navideños y con ellos el poema que dedico cada año a mis amigos y conocidos. No intenta ser un poema al uso y este año está mediatizado por esta pandemia que nos ha hecho replantearnos muchas cosas. Como siempre, puede pecar de utópico, pero estoy seguro de que si hay pecados, la utopía no estará en el catálogo.


POEMA DE NAVIDAD, 2020

En esta cura de humildad de descubrir
que la fragilidad del hombre es mucha,
quien se creyó que dominaba al mundo
ha sido golpeado por algo microscópico,
que se duda posea vida propia,
pero es capaz de eliminar la ajena.
En este año atípico y difícil,
las navidades lo van a ser también.

En mis poemas, hablando de estas fiestas,
he criticado mucho
al consumismo y otros “ismos”,
y a las falsas y buenas intenciones
que se quedan en poco,
en fuegos de artificio que se queman sin lumbre,
sin hogar que reúna toda la raza humana,
sin conseguir pasar de palabras a hechos.

Pero este año difícil, reconozco
que añoraré las fiestas familiares,
y el brindar con amigos cuando se acabe el año.
En este año difícil, cuando no estemos juntos,
ni compartamos uvas, ni cava, ni turrones,
y los besos y abrazos no puedan ser reales,
este año las promesas serán mucho más firmes.

Cuando le has visto al virus las múltiples orejas,
piensas en lo que importa, y en que la vida es breve
y no vale la pena quemarla en tonterías.
La lucha será dura y también será larga,
pero se hace camino soñando en el destino;
si no alcanzas la meta no debes preocuparte,
esto es una carrera de relevos,
busca otro corredor y cédele el testigo.

¡Felices navidades, aunque sean virtuales!

Ricardo Fernández Esteban ©


Aunque este años muchos brindis y abrazos deban ser virtuales, repito este con vosotros y ojalá que el próximo año nos sea mejor que éste.

Brindemos por nosotros, por la gente querida,
por familia y amigos, por los que ya no están, 
por los desconocidos, por los que no vendrán 
y porque la utopía haga mejor la vida. 



Un fuerte abrazo virtual que añora la normalidad. 

lunes, 9 de diciembre de 2019

Versos de Navidad, 2019

Llega la época navideña y con ella los versos que cada año dedico a mis amigos y conocidos. Ya sabéis que no es un poema al uso, que intenta ser crítico y que busca un mundo mejor. Este año le he puesto algunas rimas por aquello de remachar lo dicho. ¡Que es pura utopía! Pues quizá, pero poco más nos queda ya, aparte de la utopía.



POEMA QUE SE APROVECHA DE LOS TIEMPOS NAVIDEÑOS

Ya se acercan los tiempos navideños,
que son mi recurrente excusa
para escribiros unas reflexiones,
con disfraz de poema,
de lo bueno y lo malo de este mundo,
en el que cada vez hay más de lo segundo.

El populismo invade la política
pregonando mentiras que son pasto de crédulos,
a quienes pastorean sus gurús
cegados por su fe o henchidos de ambición,
que en estos casos tanto monta, o monta tanto,
ir de diablo o ir de santo.

Primo del anterior, otro virus ataca
a mi entorno más próximo,
soñando con fronteras y con pueblos
que distancian a amigos y separan familias:
crece el nacionalismo,
que en muchos casos rima con el supremacismo.

Pero mucho me temo que esos virus
fallecerán de muerte artificial,
porque la humanidad es insensata
y retrasa la lucha contra ese consumismo
que destroza y calienta este planeta,
¡dejemos ya de hablar y apliquemos recetas!

Y es que quienes dirigen este mundo,
en el que cada vez hay más desigualdad,
o no quieren, o no pueden, o no saben,
ejercer de políticos honestos.
Ojalá sea falso el dicho que entristece:
“todo pueblo padece los dirigentes que merece”

Y aquí estamos nosotros,
derrochando las buenas intenciones,
que inundan estas fechas navideñas.
Es tiempo de que actúes, queda poco,
pero, si estás por la labor, podréis,
podrá, podrás, podremos y podrán,
dar vida y esperanza a un moribundo
luchando por variar el rumbo de este mundo.

Ricardo Fernández Esteban ©



Aunque no comparta el consumismo de estas épocas navideñas, he de reconocer que estas fiestas sirven para reencontrarse con familia y amigos. Bienvenidos sean esos reencuentros y ojalá nos sirvan para enderezar, al menos un poco, estos malos rumbos por los que transita nuestra humanidad. Recordad que no tenemos otra y feliz Navidad.


Brindemos por nosotros, por la gente querida,
por familia y amigos, por los que ya no están, 
por los desconocidos, por los que no vendrán 
y porque la utopía haga mejor la vida. 

Un fuerte abrazo


martes, 11 de diciembre de 2018

Poema de Navidad, 2018

Llegan tiempos navideños y con ellos el poema que cada año dedico a mis amigos y conocidos. No suele ser muy navideño al uso, pero sí que intenta ser crítico y aprovechar estas fechas para hacer unas reflexiones deseando un utópico mundo mejor. Ojalá que así sea, o así me gustaría.


¿POEMA NAVIDEÑO?
 

Navidad y poesía
juntas pueden combatir,
dejando que la utopía
sea la estela a seguir.

Se acaba un año más, y ya son muchos
los gastados bajando por el río
que inexorablemente lleva al mar.
No demasiado curso le queda a este trayecto
y temo arribaré cargado de equipaje,
sin el consuelo de falsas esperanzas,
porque quien ama a la razón
desconfía de fes, que siempre ciegan.

Quizá por eso, en tiempos navideños
se impone examen de conciencia,
y hasta los no creyentes entonamos plegarias
en el lugar común en que la ética
reúne a todos los humanos.
Es ésta una oración sin destino en el sobre
y, si lo hubiese, se atienden quejas en remite:

"Busca ser solidario, pero crítico
con buenismos que sólo alimentan conciencias,
olvídate de pueblos que separan,
rechaza los mensajes de voz supremacista,
no creas en caudillos, ni menos en vicarios,
hay que escoger un líder que hable claro
y actúe en el bien común
—buscando hacer posible lo imposible—
e implicarse en el cambio, las creencias no bastan.
No sé si existe dios, pero sí que hay diablo
y el arcángel caído viste de populismo
para atraer al pueblo a su redil:
Miente para agradar a quien le escucha,
promete lo que sabe no dará,
o a veces ni lo sabe, porque él
ha caído en su red y es otra víctima.
Gurú que enfrenta a unos contra otros,
para sacar provecho propio o de su idea,
tanto monta, o monta tanto,
su codicia o su falso idealismo.
Ante ello no valen medias tintas,
combate a ese satán, porque el silencio es cómplice
y la comodidad se paga, y luego es tarde.
Adelante, no esperes, reacciona
el futuro se forja mejorando el presente,
si muchos hacen algo multiplicas valor
y la suma global permite la utopía.
Ojalá que así sea, o así me gustaría."


Ricardo Fernández Esteban ©


Aunque critique la Navidad por su consumismo y por haber perdido su espíritu de paz (si es que lo tuvo alguna vez), he de reconocer que estas fiestas sirven para compartir buenos momentos y deseos con familia y amigos. ¡Brindemos para que os sean muy felices estas fiestas y para que el año próximo nuestros utópicos deseos puedan ser un poco más realidad!



Brindemos por nosotros, por la gente querida,
por familia y amigos, por los que ya no están, 
por los desconocidos, por los que no vendrán 
y porque la utopía mejore nuestra vida.

Un fuerte abrazo


martes, 12 de diciembre de 2017

Poema de Navidad 2017 (reflexiones y deseos)

Se acercan los tiempos navideños y con ellos el poema que cada año envío a amigos y conocidos. Como siempre es crítico, pero también constructivo y este año no puede olvidar los duros momentos que atraviesa mi país. Quizá peque de cursi (mejor de eso que de críptico), u otros dirán que de utópico, pero que nos quedaría si descartásemos la esperanza por difícil que sea.


NAVIDAD 2017 (reflexiones y deseos)


¡Ojala la Navidad
una al país fracturado,
pues no hay un pueblo soñado
sino que hay humanidad 

Se acerca el fin de un año, y poco antes
llega la Navidad que es una excusa
para que cada cual le saque punta
al lápiz de sus sueños.
Yo igual peco de cursi en el poema,
pero prefiero condenarme si consigo
un mensaje sencillo y que se entienda,
en vez de crípticas, simbólicas, metáforas
loadas en cenáculos poéticos,
pasto de torres de marfil, que olvidan que los versos
han de ser más que estética.

Por ello, aunque repita cosas que ya escribí,
aprovecho otra vez para ser crítico,
pero críticamente constructivo:
¿de qué me serviría derribar los lugares
donde habitan falacias y rencores
si no ofreciese a cambio alternativas?
Nunca es bueno asolar porque de un campo yermo
muy poco se cosecha, sólo odio,
hay que plantar cimientos, urdir complicidades,
convertir la utopía en un camino
en que no haya enemigos, y los pueblos
dejen de ser “supremacistas”, aceptando
que la diversidad siempre engrandece.

El año ha sido duro en mi país
la fractura social es cada vez mayor,
los hechos ya no importan cuando rige la fe,
cuando los falsos líderes del peor populismo
no buscan convencer a los demás, sino a los suyos,
y los debates son monólogos de sordos.
Es cierto que yo tengo mis propias opiniones
y al ver la hipocresía en los debates
soy más feliz con quien me lleva
hacia mi espacio de confort,
pero hay que predicar con el ejemplo
y “hoy no toca” quedarme únicamente con lo mío
hoy toca ser pontífice,
mas no de los que sólo pontifican
sino de quienes saben tender puentes.
Hay que buscar complicidades,
atraer al contrario
—que nunca debe ser considerado un enemigo—
mostrando lo falaz, pura mentira,
por mucho que la llamen “posverdad” y disfracen de cierta,
al ensalzar "supremacismos" que desunen.

Poco futuro tiene un pueblo
partido en dos mitades,
pero menos futuro deberían tener
quienes buscan ahondar las diferencias
y hacen del odio su razón.
¿Qué quieren realmente conseguir?,
nunca se vence de verdad
si antes no se convence
y la mejor victoria es la que une
haciendo que se olviden los nombres de los bandos.

Ya que empecé estos versos
hablando de las fiestas navideñas,
y en otros años critiqué su consumismo,
dejadme que rescate de su perdido espíritu
de paz y de bondad, sólo un deseo:
el único regalo que he pedido estas fiestas
es que mi  pueblo olvide las fracturas
e intente caminar unido.
Volveréis a decirme que eso es pura utopía
y yo os contestaré, como otras veces,
que si no fuera utópico
ni sería poeta, ni creería
que los sueños pueden ser realidad.

Ricardo Fernández Esteban ©



Por mucho que critique la Navidad y la pérdida de su espíritu de paz y concordia (si es que alguna vez lo tuvo) fagocitado por el consumismo, no puedo dejar de reconocer que estos días de fiesta sirven para compartir con familia y amigos, sea de forma real o virtual, vivencias, deseos y recuerdos entrañables. ¡Brindemos para que os sean muy felices estas fiestas y para que el año próximo nuestros utópicos deseos puedan ser realidad!



Brindemos por nosotros, por la gente querida,
por familia y amigos, por los que ya no están, 
por los desconocidos, por los que tanto dan 
y porque la utopía mejore nuestra vida. 

Un fuerte abrazo



Por si queréis ver si me repito o no y lo utópico que siempre suelo ser, aquí tenéis mis poemas de Navidad de los últimos ocho años.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Poema de Navidad

Ya se acercan otra vez los tiempos navideños y con ellos el poema que envío cada año a los amigos. Los que me conocéis, sabéis que es crítico con lo que no me gusta, utópico por lo que me gustaría y que me suelo repetir bastante. Sí, me repito, soy crítico y utópico, pero qué queréis que diga en estos tiempos en que cada vez veo más lejanos los ideales precisos para mejorar, por encima de razas y naciones, nuestro pueblo que es la humanidad.


POEMA DE NAVIDAD 2016

Ya se acerca otra vez la Navidad
y con ella este verso que no es obligación,
siempre ha sido un placer remitirlo al amigo     
y a la vez la utopía de que cambie este mundo,
por más que me repita en la palabra escrita.           .          

No adoro a ningún Dios, mas tampoco rechazo
lo bueno que en su nombre hacen algunos,
pero lanzo anatema contra quienes
usan su nombre en vano en contra de otros hombres.
Y en cuanto al cielo,
mejor crearlo acá, que ir a buscarlo al más allá.

Ataco al consumismo, que domina estas fiestas;
debería trocarse en mejorar la vida
de tantos semejantes, que malviven
en lejanos países, huyendo de las guerras,
o en nuestras propias calles adornadas.

Recelo de los pueblos excluyentes
y más de quienes hablan en su nombre
levantando fronteras de alambre o de nación.
Proclamo sólo a uno: el pueblo humano
por encima de razas, creencias y culturas.

Y te lo digo a ti, y me lo digo a mí,
que esto no quede sólo en un poema,
que las palabras sean armas cargadas de futuro,
porque sumando pasos se llega al infinito.

Y ya que es Navidad digamos todos juntos:
Brindamos por nosotros, por la gente querida,
por familia y amigos, por los que ya no están,
por los desconocidos, por los que tanto dan
y porque la utopía haga mejor la vida.


Ricardo Fernández Esteban ©


Aunque sea crítico con estas fiestas, a las que les queda poco de espíritu navideño y mucho más de consumista, es verdad que sirven para reunirse con las personas de nuestro entorno y para contactar con aquellas a las que no vemos habitualmente.

Por ello, aprovecho la ocasión para desearos lo mejor, tanto a los que os conozco personal o virtualmente, como a aquellos que no y que encontréis este mensaje navegando por la red.

Un fuerte abrazo.

Ricardo Fernández





Aquí tenéis los poemas de Navidad que he publicado desde 2010.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Poema de Navidad

Ya llegan los tiempos navideños y con ellos mi poema, crítico con lo que no me gusta y utópico por lo que me gustaría. De todos nosotros depende que las críticas no sean necesarias y las utopías puedan hacerse realidad.


POEMA DE NAVIDAD (críticamente utópico)


La utopía es el principio de todo progreso y el diseño de un futuro mejor
Anatole France

Ya han colgado las luces en las calles
con mensajes de amor, pura rutina,
y en medio del asfalto plantan árboles
que, sin echar raíces, morirán.
Las tiendas de los centros comerciales
engalanan vitrinas con pesebres,
contubernio falaz, ¡viva la venta!
todo vale si alienta el consumismo.

Y los que no creemos, los agnósticos
de dios y del consumo nos callamos.
Pero quien calla otorga y yo me niego,
y alzo una voz que busca compañía
para cambiar el rumbo de este mundo,
para que de una vez la Navidad
sepulte las fronteras, tanto físicas
como otras aún peores, las mentales.

Si existe Dios tendrá que ser amor,
porque si no, le quito la mayúscula;
y a los que usan su nombre, más que en vano,
para matar, forzar o sojuzgar,
les deseo el infierno en este mundo,
por si acaso no existe más allá
y evitan, de rositas, el castigo.

Respecto al consumismo, de anatema,
os niego que por mucho consumir
amanezca sin crisis, al contrario:
consumo responsable e inversión
en bienes duraderos, en cultura,
en sanidad, y en que el nivel de vida
consiga superar al de pobreza.

Sí, sí, ya sé que como cada año
vas a decir que sigo siendo utópico,
¡pues claro que lo soy, y a mucha honra!
porque, por muy difícil que lo sea,
será cierto, si todos lo pedimos
de regalo para esta Navidad.

Ricardo Fernández Esteban, 2015 ©


Quizás me repita demasiado en mis poemas navideños, pero hay que reconocer que esta fiebre consumista me lo pone fácil, y que de lo otro, de la complacencia y lo bonito, ya hay mucho y ya está todo dicho. 



Pero, aunque sea crítico con ese espíritu navideño consumista, no quiero dejar pasar la ocasión de desearos lo mejor, tanto a los que os conozco personal o virtualmente, como a aquellos que no y encontréis este mensaje navegando por la red.

Estas fiestas sirven para reencontrarse con las personas más cercanas, disfrutadlas con ellos y pensad que la utopía podría hacerse realidad. Éste es mi brindis que quiero compartir con vosotros.


Brindemos por nosotros, por la gente querida,
por familia y amigos, por los que ya no están,
por los desconocidos, por los que tanto dan
y porque la utopía nos cambie nuestra vida.

Un fuerte abrazo

viernes, 12 de diciembre de 2014

Versos de Navidad 2014 (poco ortodoxos)

Un año más os dejo un poema de Navidad que cada vez es menos navideño y más utópico. Pero lo sea o no, ojalá esta carta a los reyes de un descreído antimonárquico tenga respuesta positiva, porque sería nuestro mejor regalo.



VERSOS DE NAVIDAD 

Ya llegaron las luces que brillan con engaño,
hay árboles raptados muriendo en cada esquina
y atruenan villancicos con mensajes falaces.
Se acerca Navidad y toca ser feliz
porque lo exige el dios que con minúscula
rige nuestro destino.

Ponle nombre, te ayudo:
Políticos partidos buscando que estas fiestas
consigan que olvidemos corruptelas sin fin.
Empresas pretendiendo que compremos regalos
cosas innecesarias, consumismo feroz
para que salgan ellos de la crisis.
Iglesias olvidando su misión celestial
—el bienestar del mundo en este mundo—
con promesas de que si tienes fe en su ley,
y eres un dócil súbdito, no hay muerte que te valga.
Y gentes como tú que admite esos mensajes
que no ve el egoísmo, o no lo quiere ver
en esos que nos venden prosperidad y paz.

¿Y yo, por qué os escribo? ¿Soy distinto,
o acaso soy lo mismo y mis mensajes
sólo son un disfraz cubierto de utopía?
¡Qué importa qué soy yo, si cambias tú!,
si empiezas a entender que Humanidad
es mucho más que pueblo,
que nación y que patria sólo son eufemismos
de no ser solidario,
que el cielo está en la tierra, que la iglesia
en vez de dar doctrina se la aplique,
que los partidos han de unir
y las empresas repartir trabajo.
Si llegas a creer que esta lista de injurias
se va a poder cambiar con “manos a la obra”,
ya cumplí mi misión, y Navidad
será más que una fecha, más que un aniversario,
más que compras, que iglesia o que una cena,
será una reflexión que cambiará el futuro.

Por eso, qué más da si soy un impostor,
un apóstol utópico o un loco,
no importa lo que soy sino lo que cambiemos.

Ricardo Fernández Esteban, 2014 ©




Un poema no es algo individual, es un proceso. Este poema está en la línea del que publiqué en la Navidad de 2012, o en la del pasado año, aunque a ese último por estar sometido al corsé de la rima le costaba más manifestarse. Que no hayamos avanzado mucho no es óbice para que no lo sigamos intentando y hagamos de estas fiestas algo más que un festejo.

Os deseo a todos, a los amigos
y a quienes sólo nos conocemos virtualmente, que disfrutéis de estas fechas con las personas que os son más cercanas, que para eso sí que sirven. También sería bueno que nos sirviesen para reflexionar.

Un fuerte abrazo.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Versos de Navidad

Como cada año, os dejo unos versos de Navidad que no pretenden dar doctrina. Sólo querrían ser una llamada a la reflexión, aprovechando estas fechas en las que envían tantos buenos deseos, para que nos planteemos lo que debería significar pertenecer a la Humanidad. Ya sé que hay bastante utopía en este mensaje, pero decidme: ¿podríamos seguir teniendo Esperanza si desterramos a la Utopía de nuestras vidas?



VERSOS DE NAVIDAD

                La solidaridad no es sólo caridad, ni la protesta un modo que lo permita todo.

Es difícil buscar palabras optimistas
que tejan un poema  en esta Navidad.
El mundo no mejora sin solidaridad,
y si buscamos culpas, os doy algunas pistas:

Entre los biempensantes hay quintacolumnistas
que ven la paja ajena sin más dificultad
y esconden viga propia, haciendo caridad
con luces y taquígrafos en las fashion-revistas.

Algunos que protestan no miran su interior;
podrían empezar, para ser coherentes,
protestándose ellos pues no son diferentes
a sus malos modelos y aún quizá son peor.

Para daros ejemplo, este mismo escritor
se pone en la picota, ya que hay temas pendientes
que promete, y no cumple aunque tenga presentes.
Aquí reciben todos, no hay patente de autor.

Y ahora lo positivo, pecando de utopía
si queremos podemos. Escondamos banderas
de patrias excluyentes, ¿quién creo las fronteras
entre la Humanidad? Ni dios, ni policía,

ni envidia, ni avaricia han de impedir que un día
obremos como un pueblo de propuestas sinceras
repartiendo riquezas y no sólo quimeras.
¡Y ojalá que esto sea más que una poesía!

Ricardo Fernández Esteban, 2013 ©



Hay que volver atrás para reafirmar o descartar. Por eso, vuelvo a mi poema de Navidad del pasado año  y me reafirmo. En el fondo decía lo mismo que en éste, y posiblemente mejor al no someterme al corsé de la rima.

Os deseo a todos, a los amigos y a los que sólo nos conocemos virtualmente, que disfrutéis estas fiestas con los que os son más cercanos, y hagamos el propósito de hacer realidad esta utopía de la Humanidad solidaria por encima de patrias y de pueblos. Estoy convencido de que si queremos podremos avanzar por este camino, que será largo pero fructífero.