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miércoles, 7 de agosto de 2019

Felipe Sérvulo. "Sit tibi terra levis" y "Pronto el viento de volina"

Felipe Sérvulo, buen poeta, buena persona y buen amigo. Quizá por eso, para tomar algo de distancia, dejo a otro buen poeta, Hilario Barrero, que comente su obra.

La poesía de Felipe Sérvulo es escueta, sobria, con imágenes atrevidas pero “reales”. (...) pulcra, minimalista, una poesía de “campo”, de afuera, llena y rebosante de olores, iluminada de colores, perfilada de sonidos, un bosque de nombres olorosos, con la presencia de la naturaleza a pleno pulmón (...) Metáforas que son como chispas que saltan, puñaladas que te entran por los ojos y te deslumbran, brasa que quema. (...) Parecen poemas escritos con tinta purísima y lápices olorosos en papel de nieve.


Su última época ha sido de una gran intensidad creadora y ha publicado 7 poemarios en los últimos 7 años. Aquí os dejo algunas muestras: 


NO HAY VOCALES

Al despertar esta mañana,
perdí las vocales de tu nombre.

Intenté pronunciarte
con otros objetos
personales e íntimos,
pero los labios se deprimían
en clamorosa derrota.

Más tarde lo intenté
con tus autores favoritos:
Federico, Antonio, Claudio...

Y realicé preces en latín,
sin nada que perder,
al fin y al cabo.

Qué hacer, sino dar tiempo
a que la tarde vuelva
y reconocerte en ella.

La niña de la colina (2012). Felipe Sérvulo



TANTA SED DE TI

En nuestra alcoba clandestina,
entre tus poemarios, dejaré mi última carta.

En nuestra alcoba sin puertas,
ni ventanas. Sin paredes. Sólo tú y yo
y la vida resplandeciendo.

Resplandeciendo y tanta sed de ti.

Ahora que amaneces (2013). Felipe Sérvulo



de SIT TIBI TERRA LEVIS

esta mañana
tierra adentro
llovías a mares

octubre ya 


y el parto de otoño
que te ha traído

brota tu voz de almendro
que florece sin edad
en una ecuación
difícil

así declama
la adormidera

el corazón corcel

la alondra que anida
hiedra
y melaza pura

Sit tibi terra levis (2017). Felipe Sérvulo


de PRONTO EL VIENTO DE BOLINA... 

A las cinco en punto
han telefoneado
los senderos que llevan a ti.

Les he dicho
que vengan con el sol,
que está todo sombrío.

Otra vez la locura
de tu carne
en tantos amaneceres
que ya ni sé.

Pronto el viento de bolina o Crónica de un amor a destiempo (2019). Felipe Sérvulo

En 2014 ya le dediqué otra entrada en el blog con motivo de la edición de sus libros "La niña de la colina" y "Ahora que amaneces"


Esta es su biografía literaria y su bibliografía con acceso a su web. Pero la poesía precisa de la palabra y aquí en el archivo de poetas de la ACEC lo tenéis recitando 20 poemas suyos. Os dejo uno de muestra:


Y aquí tenéis los últimos libros de Felipe Sérvulo en Amazon , porque los poemas deben leerse dentro de su contexto.




Además de poeta, Felipe es un gran pintor. Aquí os dejo uno de sus cuadros:



miércoles, 1 de enero de 2014

Felipe Sérvulo y sus libros "La niña de la colina" y "Ahora que amaneces"

Empezamos el año 2014 recordando a un buen amigo, Felipe Sérvulo, alma de la tertulia de El Laberinto de Ariadna, que lleva dos años presentado nuevos poemarios y esperemos que no haya dos sin tres. En 2012 publicó La niña de la colina, que inauguró el sello in - Verso de la editora y poeta Amalia Sanchís, y En 2013 fue Ahora que amaneces editado por Playa de Ákaba, una nueva editorial promovida por Noemí Trujillo y Lorenzo Silva.



TANTA SED DE TI

En nuestra alcoba clandestina,
entre tus poemarios, dejaré mi última carta.

En nuestra alcoba sin puertas,
ni ventanas. Sin paredes. Sólo tú y yo
y la vida resplandeciendo.

Resplandeciendo y tanta sed de ti.

Ahora que amaneces. Felipe Sérvulo



 
NO HAY VOCALES

Al despertar esta mañana,
perdí las vocales de tu nombre.

Intenté pronunciarte
con otros objetos
personales e íntimos,
pero los labios se deprimían
en clamorosa derrota.

Más tarde lo intenté
con tus autores favoritos:
Federico, Antonio, Claudio...

Y realicé preces en latín,
sin nada que perder,
al fin y al cabo.

Qué hacer, sino dar tiempo
a que la tarde vuelva
y reconocerte en ella.

La niña de la colina. Felipe Sérvulo.

                                                               

Adenda de agosto de 2019: En esta entrada tenéis los poemarios que ha pubicado Felipe Sérvulo en 2017 y 2019, "Sit terra levis" y "Pronto el viento de bolina"

Para acabar, vamos a recordar unos versos de este buen amigo, poeta y pintor, contemplando una de sus acuarelas. Si queréis más, al final os pongo unos enlaces.

TÚ HABITAS
el perfume del olvido,
las escarchas de mis ojos
y tantas madrugadas
a corazón abierto
que me dicen de ti
y me desnudan.

Tú sabes de ese dios
de silencio, entre almíbar
y las tardes que se fueron.
El opaco de las nubes
y el levante que nos hiela.

Materia. Felipe Sérvulo


DE PÚRPURA DIBUJAS
tus adioses.
El último me supo a nostalgias,
a óxido en la lengua.
A resaca de tus ojos:
que me besas si me miras.
Tenaz la tarde pasa.
Y yo te busco.
Y no te encuentro.
Y te espero.

Felipe Sérvulo

En su blog podréis encontrar sus obras literarias o las antologías en que ha participado y los poemas suyos que va colgando. Y en esta web podréis ver sus acuarelas.




sábado, 8 de octubre de 2022

Homenajes a Enrique Badosa

El 7 de octubre de 2022 El Laberinto de Ariadna y la ACEC organizaron un homenaje a Enrique Badosa, gran poeta, ensayista, periodista, editor y una magnífica persona que que falleció en mayo de 2001. Participamos un grupo de amigos y admiradores de su obra poética y literaria: Margarida Trias, José Florencio Martínez, Felipe Sérvulo, Carmen Plaza, Jorge León Gustà, Dolors Fernández, Laureano Bonet, José Corredor Matheos y Ricardo Fernández. En la web de Enrique Badosa hay mucha información sobre su obra como poeta, ensayista y traductor, y en este apartado una antología de sus poemas.


En este vídeo tenéis acceso a las distintas intervenciones y a los poemas que recitó Dolors Fernández.


Este es el último poema que publicó Enrique Badosa:

PRÓXIMO YA EL SILENCIO INEVITABLE 

Próximo ya el silencio inevitable
acaricio los libros cotidianos
del deber de vivir. Dejaré abierto
tan sólo el de las páginas solemnes
con el cual otra vez vengo a pedirte
que mi última palabra seas Tú.

Enrique Badosa. Segunda Silva


En junio de 2013, ya le rendimos otro merecidísimo homenaje en la Tertulia de El Laberinto de Ariadna, por sus más de 60 años de poesía. Yo también coordiné el acto, en el que sobrevolamos sus 18 poemarios, recitando poemas Pura Salceda y Domènech Duesa. En otras entradas de este blog ya he hablado de su Obra completa 
y de nuestra común afición por Grecia. Unos amigos le dedicamos en ese homenaje unos poemas que os trascribo:



MAESTRO DE POETAS
...Es tan de soledad el laberinto,
                                    que quisieras hallar al minotauro.

                                    Mapa de Grecia. Enrique Badosa
 
Caballero del verso, buen amigo,
tertuliano de pro, de sobremesas
gozando de cultura en que profesas
la Gaya Ciencia a quien está contigo.
Enrique, te ponemos por testigo
de que este Laberinto, a tus facetas,
con ardor les dedica unas completas
que te hacen vencedor del Minotauro.
Permíte a tus discípulos el lauro
de nombrarte Maestro de Poetas.

Ricardo Fernández Esteban ©


RETRATO DE ENRIQUE BADOSA 


“O vivir un poema o escribirlo.
Ambas formas de acción son vida y obra”

Epigramas confidenciales (Libro I-VIII). Enrique Badosa
Equipado de sueños, soñador,
transido de camino, caminante,
viajero fascinado y fascinante,
de las musas amado y amador.

Por la rima salvado y salvador,
navegado en el ritmo y navegante,
enfermo de belleza, delirante,
de isla en isla voraz descubridor.

Sonrisa perspicaz, porte de rey,
cálida cercanía del hermano,
guardián del arte digno y de su ley,

azote del falsete y verbo vano.
Una mezcla de Fausto y Dorian Grey,
con espada de arcángel en la mano.

Carmen Plaza ©


Aquí tenéis una entrada del blog que he dedicado a Carmen Plaza 


UNAS PALABRAS CORDIALES PARA ENRIQUE BADOSA

        …Dum loquimur, fugerit invida aetas: Carpe diem, quam minimum credula postero.
                                                         (Horacio, Carmina, I, 11, 7-8)

Echo en falta tu verbo y tus palabras,
Enrique, con frecuencia. Te echo en falta.
Porque en tu poesía siempre es vísperas
y en ella está la luz que falta al día.

Caminar entre versos, entre amigos,
barajar la verdad de las palabras,
la magia y maravilla de su lámpara
es tu andadura a la intemperie libre.

Tu consejo es preludio generoso,
batea experta de buscar pepitas
de oro de poesía en el río del tiempo,
consciente de que el oro está en la búsqueda.

Cuánto nos ha enseñado Marco Aurelio:
“Embarcaste, navegaste, arribaste:
desembarca”. Cuánto tus epigramas.
Cuánto Grecia paseando por tus versos.

Cuánto los derroteros de tus mares,
tus ínsulas extrañas, barloventos,
tus canciones, tus silvas, tus baladas…,
que no…, que no daremos a las llamas.

Antes las pasaremos una y otra
vez por el corazón según el étimo
de la palabra recordar y haremos
pan de amistad y rumia de silencio.

Le pondremos tu nombre a alguna ola
y cuando caminemos por la playa
en su manual de espuma aprenderemos
versos, brisas, retornos, singladuras…

Le pondremos tu nombre a una sonrisa,
a una rosa, a un jardín, a un bibelot,
a un pájaro sin dueño, a una lluviosa
tarde de otoño en nuestra biblioteca.

Y cuando el horizonte nos rehúya
(como hace siempre) habremos comprendido
que el mar es una lágrima y que un poeta
puede meter la luna en un capazo.

Gracias por darte, poeta, en tus renglones.
Gracias por tu amistad y por tus versos.
Gracias por la acogida generosa
que haces a los poetas cervatillos.

Y gracias, finalmente, por no darnos
explicaciones de tu bilingüismo:
porque la libertad, como bien dices,
se explica por sí misma o no se explica.

Ágape de amistad es esta noche,
simposio de escandir versos y rosas
en tu homenaje, en tu horaciana copa.
Brindo por ti, poeta, y por nosotros.

José Florencio Martínez ©

Y aquí otra reseña de José Florencio Martínez,  al que ya le dediqué una entrada al cuando comenzaba este blog y otra cuando presentó su poemario Teseo no saldrá del laberinto .

Siguiendo con la obra de Enrique Badosa, en su web hay amplia información sobre su bibliografía, su vida literaria y selección de sus textos, Aquí tenéis algunos poemas de cada libro suyo. Yo he publicado en "Las nueve musas" dos artículos sobre su obra completa. En el primero trato de sus nueve primeros libros publicados entre 1956 y 1986, y en el segundo de los ocho restantes entre 1989 y 2010.

Os dejo aquí algunas fotos de ese homenaje en el Aula d'els Escriptors del Ateneu Barcelonès.

Comentando un poema con Enrique

Foto de grupo

En el Aula d'els Escriptors del Ateneu

Pura Salceda y Domènech Duesa

Adenda de Junio de 2017: El 1 de junio se le efectuó un homenaje a Enrique Badosa con motivo de sus 90 años en el Aula Capilla de la Universidad de Barcelona, organizado por Margarida Trias. Fue un acto académico que repasó durante todo el día sus múltiples facetas literarias: poeta, crítico literario, ensayista, traductor, editor, periodista, etc. y a la vez fue un acto entrañable donde sus amigos lo pudimos felicitar y compartir con él anéctotas y recuerdos, en ese maravilloso marco del patio de letras de la Universidad donde hace 7 décadas Enrique estudiaba Filosofía y Letras.

Aquí tenéis el programa del acto de homenaje y una reseña que efectuó Sergi Doria.


Con Felipe Sérvulo y Enrique Badosa
en el Patio de letras de la UB

Descanse en paz ese gran poeta y magnífica persona que me honró con su amistad.


sábado, 1 de octubre de 2022

Carlos Clementson. Archipiélagos

Descubrí a Carlos Clementson (Córdoba, 1944) gracias a su poemario Archipiélagos (La sinfonía helénica), premio Jose Hierro de 1995, que me prestó y recomendó el buen poeta y amigo Felipe SérvuloAunque Clementson tiene una larga trayectoria poética y ha publicado bastante, no es demasiado conocido y cuesta encontrar poemas suyos en internet. Os copio varios poemas de Archipiélagos, que como indica su subtítulo esta dedicado al mundo helenico, empezando por el que abre el libro.


I

Esta luz prodigiosa y este austero silencio...
Esta dura caricia del sol sobre las rocas,
y la espuma inocente, y el azul, sí, tan puro
como cuando las aguas no sabían aún su nombre.


A escasos pasos del mar













XVIII 

Qué limpia concisión tiene aquí todo.
Qué tersa claridad de primer día.
La cal sobre la cal y el mar al fondo
-la vida elemental, el orden simple
de todo lo real como destino-.
Basta la luz para absolverlo todo.
Y todo lo real se hace divino.

El azul Egeo













XXIV     Claridades del Egeo 

Empapado de azul está el recuerdo,
de un azul sin edad, como este mar,
que es igual que mi mar, y cuyas olas
con remoto rumor sobre otras playas
me entonaron los ritmos que aquí os cuento.

Hijo soy de esta luz y de estos cielos.

Archipiélagos (1995).
Carlos Clementson.


El Egeo desde la isla de Jalki






En este enlace tenéis información sobre la biografía y bibliografía del autor , en este otro unos versos bilingües (castellano - catalán) de su poemario inédito Paraules al mirall en el que dialoga con la poesía catalana contemporánea, ya que es traductor y profesor de literatura española y catalana, y en este una reseña de su obra Las olas y los años. Aquí tenéis un artículo de 2021 sobre la obra de Clementson publicado en La voz de Córdoba

Esta entrada se efectuó originalmente en 2012 y le he renovado en 2022. En este tiempo he conseguido el poemario Las olas y los años y le dediqué una nueva entrada en el blog sobre este libro. También he recogido un poema de Clementson sobre Dafne en mi entrada dedicada a la poética del mito de Apolo y Dafne

Creo que Archipélagos está descatalogado, pero hay ofertas de segunda mano en internet




martes, 16 de mayo de 2023

José Corredor-Matheos.

José Corredor-Matheos (Alcázar de San Juan, 1929) vive en Barcelona desde 1936 donde ha desarrollado su amplia producción literaria como poeta, crítico, traductor y ensayista. Fallecidos Enrique Badosa (2021) y Jesús Lizano (2015), es el último representante de esa gran generación de poetas catalanes que iniciaron su obra a mediados del siglo pasado y que escribían en castellano. En "El Laberinto de Ariadna" le acabamos de dedicar un homenaje del que os hablaré después. Su obra es poética es extensa (11 libros y 4 antologías), más lo escrito como crítico de arte y traductor.


Comienzo con un poema, de mis preferidos, dedicado al poeta Paul Valéry.


¿ES EL MAR EL QUE BRILLA...  (
Ante la tumba de Paul Valéry)

¿Es el mar el que brilla
o eres tú, que apareces
disuelto allá en las olas
para gozar de nuevo
lo que cantan tus versos?
Veo el mar en tus ojos,
el cielo con tus ojos,
los pájaros marinos
con tus ojos.
Y tú me estás mirando
con los míos,
despojados de todo
tú y yo,
envueltos en la luz
de un nuevo mediodía.
Lo que queda de ti, 
lo que queda de mí,
es tan poco que es nada.
Sólo, sólo tus versos
brillan como las olas
bajo el sol,
baten en mi memoria
con tu voz.
Tu nombre sobre el mármol,
los míseros despojos
que adivino,
se borran con el eco
de tus versos
disueltos en la espuma.


de "El don de la ignorancia" (1995-2004). José Corredor Matheos

Paul Valéry

  
Tumba de Paul Valéry en Sète












De su último libro publicado "Al borde" os dejo una reseña de José Luis García Martín en “El norte de Castilla” y un poema:

Te llegan las palabras
sin que sepas de dónde.
Palabras que te duelen
hondamente
porque están revelando
lo que eres.
  
José Corredor Matheos (2022)

De su libro "Un pez que va por el jardín"

Van brotando una a una
del silencio,
palabras que se escriben
sin razón,
igual que sin razón 
se ha levantado el viento
y sigues respirando.
El viento se levanta,
y de repente cesa.
respiras y de pronto,
dejas de respirar.
simplemente, tú dejas
de oír esas palabras.
Los versos siempre ignoran,
como tú, como el viento,
cuándo van a cesar.

José Corredor Matheos (2005-07)

Aquí tenéis el poema recitado por él, cuando aún era una obra inédita, en una versión con ligeras diferencias.



De "Jardín de arena" este poema contemplando las islas Medas.

Sentado en esta roca
te has preguntado en vano,
mientrs miras y escuchas
y te dejas mojar llenándote de gozo,
mientas olas e islas que sostienen el cielo
ahora tan azul
avanzan hacia ti
invitándote, mudas,
a nacer en sus aguas.

José Corredor Matheos (1987-94)


Desde su libro "Carta a Li Po" los poemas de Corredor se impregnan más de orientalismo y la palabra se simplifica un poco al estilo Juanramoniano de poesía pura y desnuda. Aquí os dejo el primer poema:

Escribir un poema
que nada signifique.
Salir a la terraza,
respirar en la noche,
no esperar que alguien vuelva,
no desear ya nada.
Abrir sólo las manos
y que de entre los dedos
alcen el vuelo, mudas,
asombradas palabras.


José Corredor Matheos (1969-75)


Podéis encontrar reunida gran parte de su obra (excepto los últimos dos libros) en "Desolación y vuelo" su poesía reunida (1951 - 2011), pero por último quiero copiaros un soneto de su segundo libro "Ahora mismo" en que los encabalgamiento versales dan alas a los versos:

Olvidaba deciros que en mi casa
hay una puerta abierta, por si alguno
quiere venir un día. Que con uno
de los ojos sonrío, y que me pasa,

con frecuencia también, que se me arrasa
de incontenibles lágrimas -ninguno
lo sospecha-. Que tomo el desayuno.
Que si me acuerdo, rezo. Y a la escasa

primera luz de la mañana, dejo
mi corazón temblando en el bolsillo
del primero que pasa. Que me quejo.

Que sueño. Y que inclinando la cabeza,
comtemplo la cuidad, tras el visillo
que pone en la ventana mi tristeza.

José Corredor Matheos (1953-6075)


Como os he dicho al inicio el pasado 19 de mayo le dedicamos en "El Laberinto de Ariadna" un homenaje a Pepe Corredor en que intervinieron Dolors Fernández, José L. García Herrera, Felipe Sérvulo, Carmen Plaza, Laureano Bonet, José Mª Ballcells y Alejandro Duque. Os he dejado los enlaces a tres vídeos donde podréis ver y escuchar esas magníficas intervenciones que explican muy bien su trayectoria poética y personal.

En el portal "A media voz" hay una amplia selección de sus textos poéticos y otra selección en un enlace a Barcelona Review de 2006. Y en Babelia una breve entrevista cuan iba a cumplir 90 años en 2019.

Y por último, si queréis disfrutar plenamente del poeta, acudid al Archivo de poetas de la ACEC (Asociación Colegial de Escritores de Cataluña) donde encontraréis su imagen y su voz en una entrevista del año 2000 y al poeta recitando muchos de sus poemas



Nota: Esta entrada se efectuó inicialmente en 2011 y ha sido actualizada en mayo de 2023

lunes, 23 de mayo de 2022

José Costero y su libro póstumo "Mémora de voces"

José Costero (Barcelona, 1935-2021), fue poeta, novelista, ensayista y sobre todo una magnífica persona. Ya le dedique una entrada como poeta en 2016 que actualicé cuando murió el pasado octubre. Este próximo viernes 27 de mayo sus amigos presentamos su libro póstumo "Mémora de voces", pequeños relatos  sobre artistas y escritores, que hemos editado a partir de los originales que encontramos en su ordenador. Este blog hoy fondea su singladura poética para incluir una de sus historias, concretamente la que me dedico a mí. Coloco como como apertura unos versos suyos en los que anticipó su obituario.

Si acaso he de morir mañana,
amortajadme con los puños cerrados.
Aún no es tiempo de amapolas.
Solo fui
un grito más en la calle,
y una frente bruñida de concordia. (...)

Si he de morir mañana,
quiero decir hoy mi palabra.
Pese a todo,
la vida vale la pena gastarla.
Que los miedos afilen la hoz
y libre sea la paloma. (...)

José Costero. Extraño animal (1978)


VIGÍA DE SU NAUFRAGIO

para Ricardo Fernández

Precisamente ayer tarde, buscando una antología poética, encontré casualmente una vieja edición de una novela que ya creía extraviada para siempre. Es una edición barata, en rústico, casi completamente desencuadernada. Pero a esta edición de bolsillo le tengo una especial querencia ya que fue con ella la primera vez que leí los furiosos embates de la ballena blanca.

Su autor escribió un total de diez novelas, más de una decena de cuentos y un centenar de poemas, pero sobre todo escribió una fábula inolvidable. Una obra global y apocalíptica, donde el hombre y su destino están condenados a una lucha ininterrumpida contra uno mismo, en un intento acaso de recuperar su propia alma. Pero no es un filósofo, sólo es un novelista que precisa captar a los lectores y juega con la intuición y despliega los recursos del simbolismo para expresar sus inquietudes metafísicas. Su texto es una oscura e inquietante exploración sobre la naturaleza del mal. Y a la vez un extraño sondeo en la propia conciencia.

Escribió esta novela en 1851, tenía ya 32 años y fue acogida con indiferencia. La obra esconde una alegoría sobre el mal representado por una ballena, un monstruo de las profundidades marítimas, que ataca y destruye; pero el germen maligno también anida en la figura del capitán Ahab, el patrón del ballenero Pequod, dispuesto a zarpar del puerto de Nantucket, un bergantín cuyos pescantes son de huesos de cetáceo. Capitán al que la gran ballena blanca le arrancó su pierna derecha, a la altura de la rodilla, y que personifica la perversidad absurda y obstinada arrastrando a la muerte, en su venganza personal, a los tripulantes del bergantín, salvo un joven marinero llamado Ismael.

Como digo, es Ismael el único superviviente del desastre, flotando amarrado a un ataúd, quien nos relata la historia. Quizás sea Ismael algo así como el representante del ser humano, que se opone a la irracionalidad que rige a bordo de la nave y nos narra con voz propia los misterios inescrutables del mar, su inmensidad y el poder infinito de la naturaleza. Un lúcido testigo de la ambición suicida del capitán Ahab, que pretende imponer su supremacía sobre las fuerzas ciegas de la naturaleza. Hay cierta dignidad en su actitud, en esta insumisión de no aceptar la pequeñez humana, y en su retórica laten ecos shakesperianos.

El escritor dijo en cierta ocasión: Sólo cuando el hombre ha sido vencido puede descubrir su verdadera grandeza.

Queda uno en verdad fascinado por el esplendor del texto, la presencia inquietante del gran cachalote blanco, la inmensidad profunda de los mares, la ferocidad insaciable de los tiburones, la belleza de los pájaros marinos, así como por una galería de personajes inolvidables para cualquier lector: el primer oficial señor Starbuck, Stubb, Peleg, los arponeros Queequeg, Daggoo, el parsi Fedallah, el carpintero del barco o el apocalíptico reverendo Mapple.

Se enroló, con apenas veinte años, en un carguero y pronto conocerá los bajos fondos de las ciudades portuarias, la sórdida vida a bordo, la truhanería de la tripulación, el despotismo de los oficiales y la soledad en las largas noches de vigilia. Igualmente experimentó el furor de las tempestades y los días de calma chicha.

Para su inspiración literaria, el Pacífico Sur se erigió en el escenario hermoso y a la vez cruel y siempre imprevisible. Declaró en cierta ocasión que el mar fue su verdadera universidad. Quiso demostrar, acaso, en el espacio infinito de los océanos la insignificancia de la criatura humana. El escritor emprende esta primera singladura que dura casi tres años y a su regreso considera que la aventura ha finalizado, se considera ya una persona madura y siente la necesidad de escribir. El hombre que desembarca en Boston, en octubre de 1844, es un ser distinto al joven enfermizo de antaño; viene curtido por los alisios y el sol de los trópicos, ducho en los vicios humanos y considera que ha llegado el momento de narrar sus vicisitudes.

Frente al puritanismo que impregna en aquellos años la sociedad culta de los Estados Unidos, él es un tipo que vive inmerso en muchas contradicciones. Bascula entre la obsesión del pecado y el ansia por salvarse, buceando desesperadamente entre la oscuridad de lo inexplicable y la transgresión que lleva implícita la atracción por el riesgo.

En 1856 se publicó una novela corta, cuyo protagonista es una especie de ser fantasmagórico, un individuo que cumple en principio, de forma estricta, confinado en una sórdida oficina, su labor de copista de documentos, negándose más tarde a corregir ningún documento. Puede verse en este personaje y en su habitual frase: “Preferiría no hacerlo”, una forma de reivindicación, casi implacable, de la nada pura y absoluta. La inacción deliberada. Al final, este escribano, paradigma del absurdo, muere por inanición. Es un personaje que prefigura el cosmos kafkiano y convierte a su autor en nuestro contemporáneo.

Salvo algunos poemas, no volverá a publicar durante casi treinta largos años. Se convierte en un rutinario funcionario de aduanas del puerto de Nueva York y sufre la muerte de dos hijos varones, el mayor, Malcom, se suicidará en la casa familiar, de un tiro en la cabeza, a los 18 años, y su otro hijo, Stanwix, morirá a los 36 años de tuberculosis, tragedia que acentúa el carácter sombrío del escritor.

Un par de años antes de morir, comienza a escribir su última parábola, una reflexión sobre el bien y el mal y la frágil línea que los separa. La historia de un joven y honesto marino reclutado forzosamente para un buque de guerra inglés. Acusado falsamente por el infame maestro de armas de conspirar, e incapaz de defenderse verbalmente, golpea y mata accidentalmente a su calumniador. Es condenado y colgado una madrugada en la propia embarcación. Escribió esta obra póstuma a lápiz y la guardó en el fondo de un baúl y no será hasta después de su muerte cuando es hallada casualmente por su esposa, y no se publicó hasta 1924.

Escribió: Juego con el corazón de quien me lee; pues quien no siente, lee en vano. Posiblemente la respuesta que siempre buscó solamente la podía encontrar en la inmensidad de la mar: Ya estoy harto de las penas y cuidados de la tierra firme; basta de polvo y del humo de las ciudades. Déjame oír el crepitar del granizo y de los icebergs mejor que el paso indeciso de esos caminantes que recorren su mortecina senda desde la cuna a la tumba…

Murió en el más completo olvido en 1891, a los setenta y dos años de edad.

Sigue lloviendo afuera y el viento racheado sigue sacudiendo las persianas. A estas horas de la madrugada, y en el silencio de la casa, uno se siente sobrecogido y rememora una de aquellas tormentas oceánicas, a bordo de una nave, en alta mar, en el vaivén persistente de las olas y del viento huracanado; cree incluso oír el ruido de la pierna de marfil del patrón retumbando en la cubierta. Cuando más tarde, ya en el lecho, trato de dormir, en la duermevela me asalta la imagen del postrer saludo del capitán Ahab, atenazado, sin remedio, por sogas y garfios a lomo de la ballena blanca, hasta que desaparece para siempre en el fondo del océano.

HERMAN MELVILLE. Nueva York, 1819-1891

José Costero. Mémora de voces (2022)

Si os interesa, y no podéis venir a la presentación, el libro está disponible en Amazon


Y como cierre os dejo el último poema que nos dio a conocer a sus amigos:

A FRANCO BATTIATO

Oyendo sus canciones en este
atardecer de mayo de 2021
Lo dijiste
con voz alta y clara:
“Povera patria”,
como tantas otras,
gobernadas por bribones
con camisa y corbata de seda.
Pobre patria de cada uno,
a la que pretende enmudecer
una casta que juega
con plebiscitos y escaños,
usurpa altos cargos
para provecho propio,
y cotiza miseria
y dividendos de penuria
para indefensos ciudadanos.
Mamáis de las ubres del país,
padres putativos de una patria
secuestrada a vuestro capricho.

Jamás arriaremos “la bandiera bianca”, no.
Bandera blanca en el corazón.
Bandera blanca en la mirada.
Bandera blanca en el beso.

No lo lograréis.
Enarbolemos la bandera blanca.
Sin tregua.

Mémora de voces. José Costero (2022)


Os paso su bibliografía. Es una pena que la mayoría de libros de José Costero estén descatalogados. Yo tengo la suerte de tener unos cuantos y, además de su obra poética, os recomiendo sus ensayos "13 suicidas" y "Cuadernos de madrugadas" (este es un artículo que acaba de dedicarle nuestro común amigo Felipe Sérvulo), su saga policiaca del subcomisario Ruano y, por descontado, "Mémora de voces".

Los sueños también encallan, (narración), Olot, 1962.

Con sed y con miedo, (poesía), Ed. Carabela, Barcelona, 1968.

Prohibida palabra, (poesía), Ed. Río Piedras, Puerto Rico, 1970.

Hombre en la espera, (poesía), Ed. Cla, Bilbao, 1972.

Las esquinas del tiempo, (cuentos), (12 narraciones breves: una para cada mes del   año), Ed. Campos, Barcelona, 1972.

Bajo una lluvia alucinada, (poesía), Ed. Vosgos, Barce-lona, 1974.

Del amor y otros delitos, (poesía), Ed. Vosgos, Barcelo-na, 1976.

Extraño animal, (poesía), Ed. Colección Universidad, 1978.- (Con prólogo de Francisco Seguí).- Ed. Turabo, Puerto Rico, 1978.

13 suicidas, (ensayos), (Ediciones Picazo, 1982).

Es peligroso asomarse, (novela policiaca, 1ª sobre la saga del subcomisario Ruano), Ed. Baile del Sol, Tene-rife, 2001.

No pisar el césped, (novela policiaca, 2ª sobre la saga de Ruano), Ed. Baile del Sol, Tenerife, 2002.

La pantufla del ahorcado, (novela policiaca, 3ª sobre Ruano), Ed. Baile del Sol, Tenerife, 2003.

Otro Eros, (4 ensayos sobre: Luis Cernuda, Montgo-mery Clift, Pier P. Pasolini, Tennessee Williams), Ed. Corona del Sur, Málaga, 2005.

Vivir en Orsay, (novela policiaca, 4ª sobre la saga de Ruano), Ed. Baile del Sol, Tenerife, 2006.

Cuaderno de madrugadas, (20 ensayos breves), Ed. Corona del Sur, Málaga, 2010.

La muerte visita el geriátrico, (novela policiaca, 5ª sobre Ruano), Ed. Baile del Sol, Tenerife, 2011.

Ambiguo Arlequín, (poesía), Ed. Parnass Ediciones, 2014.

Asesinato de un obispo, (novela policiaca, 6ª sobre Ruano), Ed. Baile del Sol, Tenerife, 2015.

Mémora de voces, (36 semblanzas sobre literatos, músicos, cantantes, pintores, poetas y personajes del cine). 2022.